Sabemos bien que cualquier persona puede tener acceso a una red social y es libre de publicar lo que el usuario decida. No obstante enfocándonos al caso de Facebook, la informaciòn que constantemente ofrecen los usuarios puede estar equivocada ya que por lo mismo que cualquiera puede publicar, las fuentes se pueden volver algo dudosas, o bien, su información no haya pasado por un proceso de comprobaciòn previa, dejándolo hasta en cierto punto como en calidad de rùmor.
Por otro lado, tenemos a Twitter, que a pesar de que también es catalogada como una fuente social, en este caso tenemos una ventaja. En caso de ser una cuenta de alguien famoso, popular o algún personaje, la cuenta por lo general es verificada para saber si es oficial o no. Se puede tener un poco más de confiabilidad, pues si buscas al periodista o la persona adecuada puede ser una buena fuente.
Desde mi punto de vista aùn así se tiene que comprobar que lo que se dice sea verídico, con algún link a alguna página con informaciòn que compruebe lo que nuestro twittero declara (en caso de ser un blog), en caso de ser para un medio impreso, pues investigar más afondo el tema para tener de alguna manera un respaldo que proteja o explique mejor el dato, declaraciòn que se toma, ésto para serciorarnos de que la información que ofrecemos es verídica y no arriesguemos nuestra credibilidad como periodista ante nuestro público, pues no deja de ser lo que es, una red social, a la cual cualquiera se puede subir informaciòn y postearla.
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